jueves, 28 de septiembre de 2017

Las fases de la mediación escolar


La decisión de acudir a un servicio de mediación escolar es voluntaria; cualquier miembro de la comunidad educativa puede sugerir utilizar esta técnica cuando lo estime oportuno.

En algunos equipos de mediadores hay un coordinador, que es la persona encargada de decidir sobre la idoneidad o no de llevar a cabo un proceso de mediación dependiendo de cada caso, y de seleccionar a la persona del equipo más adecuada para llevar a cabo la mediación. Habitualmente, el proceso de mediación se desarrolla en cinco fases, interrelacionadas entre sí.
La primera fase se denomina «apertura»; su objetivo es lograr que las personas implicadas en el conflicto se sientan cómodas y conozcan bien en qué consiste el proceso, así como las normas básicas que han de regular su comportamiento y actitud durante el transcurso del mismo.
Durante la segunda fase, denominada «del discurso inicial de las partes», los participantes cuentan al mediador sus sentimientos y puntos de vista respecto al conflicto en cuestión. A su vez, el mediador trata de mostrar empatía y escucha activa respecto a lo que estos dicen.
En la tercera fase, la de «intercambio», se invita a que las dos partes implicadas traten de observar la situación de la manera más objetiva y puedan definirla de manera conjunta, permitiendo un dialogo positivo entre ambos.
Será en la «búsqueda y evaluación de soluciones», la cuarta fase, que se orienta a que las partes enfrentadas se preocupen tanto por los intereses propios como por los de la otra persona, con el fin de generar y evaluar distintas soluciones. Finalmente, los implicados deben elegir aquella que satisfaga de una manera más o menos general los intereses de las partes.
La última fase del proceso, la del «acuerdo», es una invitación a los implicados para que decidan cómo quieren que sea la solución y cuáles son las decisiones y compromisos que deben tomar para poder llevarla a cabo. Incluso, puede ser aconsejable redactar un documento escrito donde quede todo bien anotado, que sea firmado por ambas partes (a modo simbólico), para su posterior revisión.
Es muy importante que el mediador mantenga una postura abierta y cercana a las personas que son objeto de mediación, intentando facilitar el proceso y las distintas fases del mismo y agradeciendo en todo momento la participación y la buena disposición de las personas implicadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario